Estomatitis: ¿qué es y cuál es su tratamiento?
A continuación vamos a hablar de la estomatitis, un problema bucodental bastante frecuente que se puede producir por muy diferentes razones que vamos a estudiar. Además, también analizaremos los posibles tratamientos para que el paciente consiga una recuperación rápida y completa.
Qué es la estomatitis
La estomatitis, también conocida como gingivoestomatitis, es la inflamación de la mucosa bucal, pudiendo afectar a distintas partes de la cavidad bucal como pueden ser las encías, el paladar, los labios, la lengua o incluso en el interior de las mejillas.
Las heridas que se forman pueden ser de diferente tamaño y apariencia, siendo en cualquier caso similar a las llagas, mientras que la zona enrojece y se producen molestias e incluso dolor.
Razones por las que se produce
Podemos destacar cinco razones principales por las que se puede producir la estomatitis:
- Nutrición: en caso de déficit nutricional por una dieta desequilibrada e insuficiente que provoque malnutrición o debido a problemas de absorción de nutrientes por parte de nuestro organismo. Los nutrientes más importantes para evitar la estomatitis son el hierro y las vitaminas del grupo B.
- Aftas: no se conoce realmente el origen de la estomatitis aftosa, pero da lugar a la formación de llagas en la boca que desaparecen y vuelven a aparecer en sucesivas ocasiones.
- Prótesis dentales y ortodoncia: llevar una prótesis dental, una ortodoncia fija puede dar lugar a la aparición de heridas en los tejidos sensibles.
- Alergias: también existe la estomatitis alérgica que favorece la aparición de estas heridas cuando el alérgeno entra en contacto con la zona.
- Radioterapia y quimioterapia: se puede producir estomatitis en pacientes que están recibiendo terapias y tratamientos contra el cáncer.
Tratamiento de la estomatitis
Para elegir el tratamiento más adecuado para la estomatitis, en primer lugar es muy importante averiguar la razón por la que se produce, ya que frente a la herida tan solo se puede actuar para reducir los síntomas y ayudar en su curación, pero lo mejor es detectar su origen para poder acabar con el problema o reducirlo al mínimo, mejorando así la calidad de vida del paciente.
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